26/04/2024
26/04/2024
Compañeros/as:
Continuando con la apertura indiscriminada del transporte aéreo argentino a las transnacionales y sus socios menores locales -entre ellos, muchos funcionarios de la gestión macrista y la actual gestión de Milei-, el gobierno argentino acaba de firmar un vergonzoso Acuerdo de Servicios Aéreos con su par de Chile, por el cual se establece un sistema completo de Cielos Abiertos entre ambas naciones.
Para no dejar lugar a dudas, el acuerdo autoriza a que cualquier empresa establecida y que tenga “control reglamentario” en los dos países (o sea, independientemente del origen de sus propietarios) podrá volar entre cualquier punto de los mismos y de terceros países, y pudiendo determinar libremente las frecuencias y capacidades de sus servicios, y si éstos serán regulares, no regulares o chárter. Asimismo, podrán establecer acuerdos de códigos compartidos no sólo entre sí, sino con otras empresas de dichos países….y de terceros países.
El Acuerdo establece derechos de tráfico de pasajeros, cargas y correo hasta la 9° Libertad, abriendo absolutamente las operaciones a la intervención de cualquier empresa de cualquier país. Como ya viene ocurriendo con acuerdos firmados con Brasil y Estados Unidos en el mismo sentido, esta política favorece claramente a los países extranjeros firmantes y tiene lugar mientras ha comenzado un gradual desmantelamiento de la importante red nacional e internacional de Aerolíneas Argentinas y un programa de reducción de su personal.
Los trabajadores y trabajadoras aeronáuticos ya conocemos perfectamente el alcance, la historia y las consecuencias de este tipo de acuerdos. En los 90 permitió la crisis terminal y vaciamiento no sólo de nuestra aerolínea de bandera sino de todas las empresas aeronáuticas nacionales. También que Aerolíneas Argentinas regalara a empresas extranjeras todo el lucrativo negocio de las cargas aéreas. También la pérdida de miles de puestos de trabajo altamente calificados. Más recientemente, en el período 2015-2019, permitió que trabajadores aeronáuticos extranjeros pudieran trabajar en nuestro país, acompañando la libre intercambiabilidad entre flotas nacionales y extranjeras. Y que los trabajadores de las nuevas empresas de bajo costo (low cost) violaran la legislación argentina en perjuicio de sus propios derechos e intereses laborales.
Esas políticas siempre vinieron acompañadas de una promesa de “lluvia de inversiones” y de una mayor eficiencia del sector privado, y siempre ocurrió exactamente lo contrario. En el camino, el transporte aéreo se achicó y miles de trabajadores se quedaron sin trabajo o sus condiciones laborales se precarizaron al máximo.
Advertimos a los funcionarios que promovieron y firmaron este escandaloso acuerdo (Diana Mondino, Ministra de Relaciones Exteriores; Franco Mogetta Prevedello, Secretario de Transporte; Gustavo Marón, Administrador de la ANAC y Diego Idiart, Director de Normas Aeronáuticas y Acuerdos Internacionales de ANAC) que son responsables de la entrega de la política aérea nacional a manos extranjeras.
Como lo han hecho a lo largo de sus 78 años de historia, APA y sus afiliados no descansarán en su lucha y defensa del trabajo argentino calificado y de una aviación al servicio del país.
Julio Vega
Secretario de Prensa, Cultura y Difusión.
Edgardo Llano
Secretario General.
