Mar, 25/09/2018 - 19:40
4° PARO GENERAL NACIONAL Y MOVILIZACIÓN
El 24 y 25 de septiembre la clase trabajadora argentina dio una contundente demostración de que no está dispuesta a entregar sus derechos, sus conquistas y su propio país a un equipo de ricachones y gerentes de los grandes grupos económicos, llegados al gobierno mediante una gigantesca estafa electoral y decididos sin ningún escrúpulo a apropiarse de toda la riqueza nacional en beneficio propio.
Una gigantesca movilización popular, convocada por las dos CTA, el Frente Sindical para el Modelo Nacional de la CGT, movimientos sociales, políticos y de la economía popular, precedió el 24 de septiembre a la huelga general del día siguiente, convocada también por la conducción de la CGT. Centenares de miles de personas colmaron la Plaza de Mayo y las calles céntricas de Buenos Aires y las principales ciudades de todo el país. Los compañeros y compañeras de APA participaron masivamente de todas ellas.
Como para que no hubiera dudas que el del 25 no iba a ser un paro sólo para descomprimir la insoportable situación de millones de compatriotas que sufren las políticas de ajuste y hambre del gobierno de Cambiemos, los oradores del acto en la Plaza de Mayo advirtieron que la lucha se va a profundizar. El secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, sostuvo que “El gobierno tiene que entender que los trabajadores y las trabajadoras vamos a estar en la calle hasta tanto cambie la política económica, de entrega, que terminen los despidos y tengamos nuestros derechos reconocidos”…(…)… “Esos que en Washington venden a la Argentina, a Brasil, a la región, como el patio trasero les decimos: No, éste no es el patio trasero. Ésta es la región que tuvo a San Martín, a Bolívar, a los héroes de la Independencia y no vamos a volver a ser colonia ni nos van a entregar como si fuéramos simplemente el botín de guerra. Vamos a reivindicar nuestros derechos”.
El paro nacional del 25 paralizó el país. Pese a la intensa campaña desplegada por las patronales, el gobierno y todos los medios de comunicación afines para presionar a los trabajadores, pretendiendo obligarlos a no acatar la medida de huelga, la respuesta fue casi unánime: la clase trabajadora no fue a trabajar.
Como ya se advirtió durante la 3° huelga general del 25 de junio, ya no alcanza con paros nacionales, por masivos que éstos sean. Para enfrentar esta agresión contra el pueblo y el país, digitada por el FMI y los grandes poderes mundiales, en las que el gobierno de Cambiemos actúa como un mero gerente administrador que reprime la protesta social, se hace imprescindible un plan de acción integral que abarque la lucha sindical, política y social. La dirigencia debe estar a la altura de esta etapa decisiva de tensión entre dos modelos de país y sociedad irreconciliables -y quienes no lo estén deben dar un paso al costado- para concientizar, organizar y movilizar el pueblo argentino y transformar definitivamente nuestra sociedad.
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